Las metodologías ágiles son aquellas que permiten adaptar la forma de trabajo a las condiciones del proyecto, consiguiendo flexibilidad e inmediatez en la respuesta para amoldar el proyecto y su desarrollo a las circunstancias específicas del entorno, promoviendo procesos de trabajo centrados en mejorar la comunicación con el cliente, así como la colaboración entre los distintos equipos de una empresa.
Según madisonmk, tras muchos éxitos cosechados en el ámbito de la informática, actualmente un 71% de las compañías mundiales ha optado por aplicar este sistema en el último año según el estudio Pulse of the Profession de Project Management Institute (PMI).
Entre los beneficios de esta metodología destaca la posibilidad de crear un sistema de trabajo que permita potenciar la capacidad de respuesta para adaptarse rápidamente a cualquier cambio a través de:
Cercanía con el cliente
La satisfacción del consumidor es imprescindible para el buen funcionamiento de los servicios de Atención al Cliente. Para aplicar Agile, debes centrar todos los esfuerzos en cuidar y fidelizar el cliente, ya que es la prioridad.
Equipos colaborativos
Los trabajadores de los distintos departamentos deben estar informados de qué sucede en la empresa. Los meetings son básicos para conocer otros puntos de vista y aprender nuevos procesos de trabajo, que den respuesta a las necesidades del mercado.
Flexibilidad y adaptación
En la Metodología Agile lo más importante es el producto o servicio final. Vence el miedo al cambio, sé versátil y, sobre todo, ofrece tiempos de reflexión al equipo para ajustar la estrategia según las prioridades que vayan surgiendo.
Fuente: madisonmk
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